La terquedad de la memoria, vuelve una y otra vez hasta que se haga justicia con los hombres y mujeres libres represaliados, por un régimen militar fascista amparado por la Iglesia Católica.
Y mientras la historia oficial obligaba a memorizar los Reyes Godos, o las hazañas de los Reyes Católicos... en las escuelas se silenciaba la historia de muerte y represión que a pocos metros de nuestras casas se había vivido no hacía más que unas decenas de años.
Hoy, la siempre luminosa primavera de nuestro sur, también regresa a este paraje de belleza singular, a este mismo horizonte que muchos de aquellos hombre verían en vida por última vez.
Boletín Oficial de la Junta de Andalucía -
Histórico del BOJA
Boletín número 26 de
07/02/2014.
Acuerdo de 27 de diciembre de 2013, del Consejo de Gobierno, por el que se declaran treinta y cuatro Lugares de Memoria Histórica de Andalucía.
La Isla de Saltés sólo está separada del continente
por un brazo de mar de escasa anchura. Es un paraje natural ubicado
frente a Punta Umbría, al que la historia tenía reservada la sorpresa de
convertirse en uno de los particulares presidios diseñados por las
autoridades franquistas para acoger a los prisioneros republicanos de la
Guerra Civil y después convertirlos en trabajadores forzosos, una vez
pasada la criba de la comisión de clasificación. Fueron estos
prisioneros de guerra, a través de trabajos forzados, los que levantaron
las grandes y faraónicas obras de la posguerra. Trabajo y explotación a
cambio, no de libertad, sino de escapar del pelotón de fusilamiento o
la cárcel. Más de 3.000 prisioneros se hacinaron en la Isla de Saltés,
soportando unas condiciones de vida durísimas, con hambre y sin techo
donde guarecerse del sol de plomo del verano, de las lluvias y la
humedad.
En 1939 este paraje natural se convirtió en uno de
los 188 campos de concentración franquistas que la maquinaria represora
había diseñado.
Fotografías: A. morales (C)